La última edición del congreso Euromembrane, que ha reunido recientemente en el Palacio de Congresos de Valencia a más de 700 personas entre académicos, científicos y representantes de las industrias más punteras en materia de tecnología de membranas, ha permitido poner en valor los avances del biorreactor de membranas cerámicas sostenibles (MBR) REMEB. Una iniciativa desarrollada por FACSA junto a otros diez socios europeos que, entre otras ventajas, permite aprovechar los residuos de procesos agroindustriales para producir este tipo de materiales punteros que, además de optimizar el tratamiento de las aguas residuales, favorecen la reducción de costes en las industrias y contribuyen a que el agua depurada pueda ser reutilizada en la agricultura.
“El congreso ha servido para dar a conocer el proyecto REMEB tanto a investigadores internacionales como a las principales empresas del sector de las membranas, donde la iniciativa ha despertado un gran interés”, ha valorado Elena Zuriaga, técnico de I+D+i de FACSA, que ha resaltado además que “entre otros expertos, hemos tenido la oportunidad de contactar de forma directa con personalidades de referencia en el campo de los MBR como el profesor de Tecnología de Membranas de la Cranfield University Simon Judd y sentar las bases para establecer futuras colaboraciones en este ámbito”.
Según las previsiones las investigaciones del proyecto REMEB, que arrancaron en 2015, finalizarán el próximo mes de agosto tras tres años de trabajos. La iniciativa se encuentra actualmente en fase de validación en la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de Aledo, en Murcia.
Además, en los últimos años FACSA ha puesto en marcha diferentes innovaciones relacionadas con las aplicaciones de la tecnología de membranas a la industria del agua y que también se han dado a conocer en este congreso, como la reducción de costes del sistema de ósmosis que ya se aplica en la planta desalobradora de Nules para mejorar la calidad del agua y reducir la concentración de nitratos.
La fabricación –de la mano del Instituto de Tecnología Cerámica (ITC) de la UJI, Natucer y la Universidad de Zaragoza- de membranas ecológicas de bajo coste optimizadas en el proyecto REBIABLE, que ha permitido desarrollar membranas sostenibles con propiedades antifoulling, es otro de los proyectos a cargo de FACSA que también ha despertado el interés de los expertos durante Euromembrane 2018.