• A partir del análisis de indicadores de la corriente eléctrica, el proyecto EMBER será capaz de predecir el desgaste de determinadas piezas y prevenir así su rotura.
• El nuevo sistema ha comenzado a testarse tanto en bancos de pruebas como a escala real en instalaciones de la propia compañía.
FACSA, dentro de su apuesta por la investigación y la innovación constantes aplicadas a la gestión del ciclo integral del agua, ha puesto en marcha un proyecto pionero que permitirá predecir las averías en equipos como bombas sumergibles con el fin de facilitar su sustitución y evitar daños y posibles roturas.
En concreto la compañía, en colaboración con la Universitat Politècnica de València y la Universidad de Valladolid, además del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades y los fondos FEDER, ha desarrollado el proyecto EMBER. Un sistema que, mediante la monitorización de la corriente eléctrica medida durante el funcionamiento de los sistemas de bombeo, persigue establecer indicadores que se correlacionen con el estado real de desgaste de piezas como los cojinetes axiales que soportan las bombas.
Entre otras ventajas, al ser un método no invasivo que se puede realizar en la superficie, esta técnica permite anticiparse al problema y predecir con exactitud cuándo es necesario realizar el mantenimiento de los equipos. De este modo, esta técnica contribuye además a evitar tanto el desgaste excesivo de los rodamientos como su posible rotura, lo que podría provocar fallos graves en el motor.
Y es que los cojinetes de empuje o axiales son un elemento clave de los sistemas de bombeo sumergibles, ya que sostienen el peso de todos los elementos móviles.
“Aunque hasta la fecha para predecir este desgaste en las piezas se empleaban técnicas como la monitorización de la temperatura del trabajo del motor, la predicción no era exacta al depender de otros factores y carecer de una sensibilidad suficiente como para determinar el estado del cojinete”, ha explicado Miguel Ortiz, subdirector técnico del Área de Abastecimiento de FACSA.
En ese sentido, ha detallado que “en cambio, con esta técnica, se desarrollará un algoritmo que permitirá obtener un parámetro directamente vinculado al estado de desgaste real de la pieza, lo que evitará fallos y reducirá los costes de mantenimiento”.
Para testear el grado de fiabilidad de esta nueva técnica, FACSA ha iniciado los ensayos con diversos tipos de cojinetes axiales en banco de pruebas al mismo tiempo que se monitoriza a escala real el funcionamiento de la técnica en algunas de las instalaciones que gestiona la compañía.
De este modo, mediante el registro en continuo de los parámetros eléctricos en estos equipos, será posible detectar posibles patrones de fallo y establecer un algoritmo extrapolable de manera general al funcionamiento de este tipo de dispositivos.
En cuanto al proyecto, mientras FACSA aporta su conocimiento sobre la operativa y el mantenimiento de bombas hidráulicas, la Universidad de Valladolid ha diseñado los sistemas de monitorización permanente y desarrollado las estrategias de detección de fallos; y los investigadores de la Universitat Politècnica de València se encargan de liderar los ensayos e implementar los algoritmos desarrollados.