Además de renovar las acreditaciones conforme a esta norma para sus centros de la Comunidad Valenciana y Murcia, la compañía certifica por primera vez dos EDAR y un abastecimiento en Mallorca.
FACSA amplía el alcance de sus certificaciones en materia de gestión energética eficiente. Por primera vez, la compañía ha obtenido para tres de sus instalaciones en Baleares la acreditación de sus sistemas de gestión de la energía conforme a la norma internacional ISO 50001. En concreto, se trata del abastecimiento de Sa Marineta-Sa Costera y las Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales (EDAR) de Sant Elm y Formentor, ubicadas en la isla de Mallorca.
Las tres instalaciones, que se han certificado por primera vez, han superado satisfactoriamente las auditorías realizadas por la compañía SGS, líder mundial en inspección, verificación, análisis y certificación, y acreditadas por la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC).
Además, y gracias a la labor del departamento de Calidad, Medio Ambiente y Seguridad y Salud de la compañía y de los técnicos implicados, la empresa de Grupo Gimeno también ha renovado esta misma certificación en distintas instalaciones ubicadas en los centros que gestiona en diversos puntos de la Comunidad Valenciana y Murcia, como el Servicio de Abastecimiento de agua potable de Vila-real y las EDAR de Almassora, Mazarrón, Puerto Lumbreras, Alhama de Murcia, El Cañarico, Totana, Aledo y Librilla.
Un hito que, de cara a los próximos meses, la compañía prevé ampliar mediante la certificación, por primera vez, de la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de San Jerónimo, en Sevilla. Medida que permitirá extender el alcance de este tipo de certificaciones a una nueva comunidad autónoma.
Entre otros objetivos, la implantación del Sistema de Gestión Energética ISO 50001 persigue establecer los sistemas, mecanismos y procesos necesarios para el control y la mejora continua del desempeño energético de la compañía. Procedimientos que incluyen desde la inclusión de criterios energéticos en la toma de decisiones, al control de las variables de proceso que puedan afectar al desempeño energético, adecuado uso y gestión del consumo de la energía, además de la implantación de planes de acción específicos.
La norma ISO 50001 proporciona las herramientas necesarias para identificar las actividades que tienen un uso más significativo de la energía y que pueden suponer posibles fugas energéticas y económicas. En ese sentido, facilita la puesta en marcha de planes con medidas concretas para minimizar los consumos de las diferentes instalaciones. Todo ello acorde a la política de gestión integrada con la que cuenta FACSA, que asume el compromiso con la eficiencia energética, el uso racional de la energía y la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, e incluye el establecimiento de criterios energéticos en los diferentes procesos y tomas de decisión de la empresa.