El Ayuntamiento de Vila-real y Facsa, la empresa responsable del servicio de abastecimiento de agua en la ciudad, han reforzado su compromiso de garantizar un suministro de agua de alta calidad y en cantidad suficiente para afrontar desafíos futuros. Y es que, desde el pasado mes de abril, la ciudad cuenta con dos nuevas plantas de carbón activo granulado en los pozos Bassa del Poble y Amorós, que permiten eliminar definitivamente cualquier presencia de plaguicidas en las captaciones de agua, garantizando así la máxima calidad del recurso.
El alcalde de la ciudad, José Benlloch y la vicealcaldesa y futura concejala de Servicios Públicos, Maria Fajardo, han visitado este lunes las instalaciones para comprobar de primera mano el buen funcionamiento de las mismas. En la visita, han participado también el actual concejal de Servicios Públicos, Xus Madrigal, el director del área de Abastecimiento de Facsa, Pascual Maximino, el jefe de zona de Facsa, Rafael Ferrer, y el jefe de servicio de la concesionaria del agua, Isaac Durá. Además, también han estado José Luis Garnes, gestor del contrato de limpieza viaria UTE Vila-real (Prezero-Urbaser), y la técnica de Medio Ambiente, Elena Mezquita.
Estas plantas de tratamiento están compuestas por filtros de carbón activo granular ubicados en la salida de las captaciones, que permiten retener los plaguicidas y sus metabolitos, ya que éstos se quedan adheridos a la superficie de las partículas de carbón activo granular situados en su interior.
Durante estos meses, los técnicos han realizado el mantenimiento reglamentario que requiere este tipo de instalaciones, ya que “los filtros de carbón activo necesitan un lavado periódico para conseguir el esponjamiento del lecho filtrante de carbón, evitando que se compacte y, de esta manera, que el agua se pueda tratar de forma óptima”, ha explicado el responsable del servicio por parte de Facsa, Rafael Ferrer.
Tal y como ha incidido el alcalde de Vila-real, las aguas regeneradas en este proceso “son de calidad apropiada para el vertido a la red de alcantarillado y, de hecho, permiten su aprovechamiento en otros usos secundarios, como puede ser el baldeo de calles u otras tareas de limpieza/mantenimiento que requieran agua de calidad similar”. “Con este segundo uso conseguimos un aprovechamiento total del agua extraída, evitando pérdidas y dejando que captar recursos adicionales desde otro origen, y cerramos el ciclo enviando a la depuradora para su tratamiento un agua que ya podemos reutilizar sin tratamientos adicionales”, ha añadido.
Es relevante señalar que el objetivo del consistorio y Facsa es que todas las instalaciones de abastecimiento de Vila-real cuenten con este sistema, por lo que el Ayuntamiento de Vila-real ya está trabajando en la elaboración del estudio y proyecto de nuevas plantas de tratamiento para las instalaciones de Reg Nou y Court de Carinyena.