¿QUÉ ES?
Los metales pesados son un grupo de elementos químicos que presentan una densidad alta. Son en general tóxicos para los seres humanos y entre los más susceptibles de presentarse en el agua destacamos mercurio, níquel, cobre, plomo y cromo.
¿CÓMO SE PRODUCE LA CONTAMINACIÓN POR METALES PESADOS EN EL AGUA?
El incremento de concentración en las aguas de estos compuestos se debe principalmente a contaminación puntual de origen industrial o minero. Los lixiviados de vertederos o vertidos de aguas residuales pueden ser asimismo una fuente de contaminación. Hay que señalar también que en algunos casos existen aguas que sufren un proceso de enriquecimiento natural en metales pesados al atravesar acuíferos formados por rocas que los contienen en su composición.
¿CUALES SON LOS LÍMITES FIJADOS PARA LA PRESENCIA DE METALES PESADOS EN EL AGUA DE CONSUMO HUMANO?
Los metales pesados son, en general, tóxicos para los seres humanos, y además su característica de ser bioacumulativos (no pueden ser eliminados por el cuerpo) provoca que las concentraciones permitidas en el agua de consumo humano por la legislación vigente (RD 140/03) sean muy pequeñas.
Al tratarse de varios elementos, mostraremos a modo de ejemplo una lista con los límites establecidos en el agua de consumo humano para los principales metales pesados:
Mercurio: 1 microgramo/l
Níquel: 20 microgramos/l
Cobre: 2 miligramos/l
Plomo: 25 microgramos/l
Cromo: 50 microgramos/l
¿CÓMO PUEDE EVITARSE LA PRESENCIA DE ALTAS CONCENTRACIONES DE METALES PESADOS EN EL AGUA?
Hay que señalar que la presencia de estos elementos es muy poco habitual y de aparecer lo hacen mediante trazas, es decir, en concentraciones muy por debajo del límite legal estipulado para aguas de consumo humano.
Como fuente de abastecimiento se utilizan, siempre que sea posible, captaciones que en origen cumplen con el límite de concentración establecido por la legislación vigente al respecto. Sin embargo existen zonas en la que esto no puede hacerse, debido a la presencia generalizada de una concentración elevada de algún metal pesado en las agua subterráneas/superficiales de ese área. En esos casos se realiza un tratamiento secundario permitido por la autoridad sanitaria que elimine el metal.